lunes, 17 de septiembre de 2012

Expósitos






Expósitos. La tipografía en Buenos Aires. 1780-1824 propone un recorrido histórico por la que fuera la primera imprenta porteña, y la única por más de 30 años. Un camino transitado por prestigiosos historiadores, como Antonio Zinny, José María Gutiérrez, José Toribio Medina, Bartolomé Mitre, Carlos Heras y el padre jesuita Guillermo Furlong.




La Imprenta de los Niños Expósitos fue la introductora del arte tipográfico en nuestra ciudad casi dos siglos y medio después de su llegada a América. Instruyó a niños y adultos a través de sus catones y cartillas, acercó a la religión mediante sus catecismos, fue la informante de toda la sociedad gracias a los primeros noticieros, festejó el triunfo de la Reconquista y, como formadora de opinión, difundió las nuevas ideas en tiempos de la Revolución de Mayo y acompañó cada modelo gubernamental hasta los tiempos rivadavianos.
En la actualidad, no quedan rastros físicos de aquel taller de la calle Perú, y apenas quedan algunas pistas del destino de una de sus prensas, y hasta se dice –casi como en una leyenda– que sus tipos, una vez fundidos, terminaron como munición para detener una sublevación en Salta. Pero sus documentos son los testigos más vivos de aquellos tiempos; podemos encontrarlos en diversos archivos públicos y colecciones privadas en todo el mundo.
En el año 2008, conformada la Dirección General Patrimonio e Instituto Histórico, pensé de qué forma podría contribuir a recuperar, al menos, una pequeña parte de la Imprenta de los Niños Expósitos. Así nació el proyecto que se materializa en estas páginas. Una obra que pretende recorrer la historia de la Imprenta manual mostrando, además, los antecedentes de la impresión en Europa y en los “dominios” españoles en América, cómo era la ciudad que la recibió en 1780, los motivos e ideas que dieron contenido a sus impresos y los aspectos técnicos de la impresión tipográfica de aquellos tiempos.
Intenta también revalorar una pequeña parte del patrimonio porteño, pues a partir de sus impresos –y gracias al inapreciable aporte de Alberto Gabriel Piñeiro, director del Museo Histórico Brigadier General Cornelio de Saavedra– pude realizar una experiencia tipográfica que tuvo como fin recuperar una serie de caracteres tipográficos del taller de Expósitos, una versión digital que permitirá la recreación de aquellos documentos tan importantes para nuestra historia, y que se podrá utilizar con fines educativos y culturales. La delimitación hecha hasta aquí muestra tipos usados en la primera etapa del taller, antes de la incorporación de la letra nueva traída de Europa, y la anexión de la imprenta montevideana y sus tipos “modernos, más un conjunto de viñetas.
Las tres familias tipográficas resultantes de esta experiencia fueron incorporadas al diseño de la publicación. Pueden verse aplicadas en la composición de la tapa, en la de las carátulas –textos y cuadrilongo– y en las capitales al comienzo de cada capítulo.
Expósitos. La tipografía en Buenos Aires. 1780-1824 es un humilde aporte a la historia de nuestra tipografía, y los signos recuperados, una devolución al patrimonio de nuestra ciudad en el Bicentenario de la Revolución de Mayo.






Sobre la segunda edición
A la segunda edición de la obra, se agregaron algunos datos, y gracias al aporte de Raúl Escándar, director de la “Biblioteca Americana” del Museo Mitre, se incorporaron importantes documentos, como la portada a dos tintas que mencionaran en sus estudios Bartolomé Mitre y Juan María Gutiérrez.
Al cierre de esta nueva entrega se estaban practicando estudios específicos sobre los restos originales de la prensa que se guarda en el Museo del Cabildo y la Revolución de Mayo. Estos fueron motivados por el pedido de restitución por parte de la provincia de Misiones, que sostiene que habrían pertenecido a las misiones jesuíticas, es decir, que serían los hallados en Santa María la Mayor en 1784. He sido gentilemente invitado a participar de este proceso, y por ello quisiera agradecer a la directora del museo, María Angélica Vernet, a Marta Alsina, y especialmente a Virginia Fernanda González por hacerlo posible. Estos trabajos, sin dudas, reavivan la polémica en torno a dicha prensa. Reclamada a su vez en 1997 por la provincia de Córdoba, en base a lo expuesto por varios autores, que afirmaron que los restos –que atesoró el Museo Histórico Nacional hasta 1942, y que pasaran al Cabildo, previa reconstrucción– fueron los de la Imprenta de Córdoba, luego trasladada a Buenos Aires para transformarse en la de Expósitos, imprimir aquí por más de cuarenta años, y más tarde ser trasladada a la provincia de Salta en 1824, donde otros aseguran que se encuentra.
Quisiera destacar la generosidad y las observaciones siempre pertinentes de Marina Garone, especialista en tipografía e historiadora del libro antiguo, con quien me encuentro trabajando sobre la historia de la imprenta argentina, el aliento de los docentes Silvia González, Pablo Cosgaya y Miguel Catopodis, y la mirada específica del impresor Patricio Gatti, a quienes tuve el honor de conocer a partir de la publicación de este trabajo.

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“Como en El castillo de los destinos cruzados, de Italo Calvino, con imágenes que son joyas documentales, se cuenta aquí la historia de la imprenta en sus orígenes, su llegada al territorio americano (México, Perú) y a lo que actualmente es nuestro país (de la mano de los jesuitas), la Buenos Ayres del virrey Vértiz y la fundación de la Casa de Niños Expósitos, la imprenta que allí se instaló y que contribuiría a la educación y a la difusión de los ideales revolucionarios.
Las portadas del primer libro traducido al guaraní (1705), del primer número del Telégrafo Mercantil (1801), del Contrato Social de Rosseau traducido por Mariano Moreno (1810) y otros valiosos facsímiles cohabitan con numerosas anécdotas –como la recreación digital de la tipografía de la Imprenta de Expósitos, incorporada al diseño de la publicación– en este libro espléndido, fruto de una ardua investigación apasionada.”

( M. del Carmen Rodríguez, Crítica aparecida en ADN, la revista de cultura de La Nación. 19 de junio de 2010.)

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Expósitos: la tipografía en Buenos Aires 1780-1824 tuvo una excelente repercusión y despertó un alto grado de interés en especialistas, estudiantes de distintas disciplinas y público en general. Ello nos motivó a pensar esta segunda edición, en la que se pueden verificar algunos cambios como la incorporación de documentos de fondos nacionales, aportes de especialistas en tipografía contactados durante la difusión del material, nueva bibliografía, mejoramiento de imágenes y de la calidad total del material. El enriquecimiento de esta nueva edición da cuenta de que se trata del producto genuino de un constante trabajo de investigación.”

(Liliana Barela, Historiadora, Directora General de Patrimonio e Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires.)

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“La publicación de este libro es una excelente noticia para todos los que de algún modo estamos vinculados a la Tipografía y, desde ya, es un rescate histórico necesario.”

(Miguel Catopodis, Diseñador gráfico, Tipógrafo, Docente UBA y UCES.)

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“Ayer fui a comprar tu libro en la Casa de la Cultura. Felicitaciones por el contenido, que refleja buena investigación, como por la presentación, que refleja excelentes criterios gráficos.”

(René Krüger, Profesor de Teología Instituto Universitario ISEDET, Buenos Aires.)

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Breve CV:

Fabio Ares
Graduado de la carrera de Diseño en Comunicación Visual de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata en 1993. Docente, investigador, y extensionista de dicha casa de estudios.  Desde 1998 trabaja en el Área de Publicaciones del Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires (hoy Dirección General Patrimonio e Instituto Histórico).

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Link a la primera edición:


Blog:

1 comentario:

  1. Muchas gracias por la difusión Pablo. Un abrazo!

    Dato: El libro puede adquirirse al costo de impresión ($40) en Bolívar 466 o Avda. de Mayo 575, Buenos Aires. Está impreso a cuatro tintas y tiene 152 paginas por lo que el monto resulta irrisorio.

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