Luego de varios meses de espera se
dieron a conocer los ganadores del segundo concurso organizado por la ATypl. De
un total de 561 trabajos presentados, 53 fueron los seleccionados por el jurado,
conformado por diseñadores internacionales y nacionales de renombre, tales como
Rubén Fontana, Peter Bil´ak, John Hudson, Akira Kobayashi, Lucie Lacava, Gerry
Leonidas y Fiona Ross.
Dos argentinos figuran en la lista
de los ganadores: Alejandro Paul, con Piel Script, y Juan Pablo del Peral, con
Alegreya. Se trata de un gran logro dado que hace 10
años en este mismo concurso -Bukva:raz!- se consiguió lo mismo con las
tipografías Rayuela, del argentino Alejandro Lo Celso, y Fontana ND de Rubén
Fontana.
En esta oportunidad fue mayor el
númro de tipografías presentadas por argentinos para concursar. Eso refleja el
gran crecimiento que ha tenido el diseño tipográfico en el ámbito nacional. Y
muestra de ello es el origen de Alegreya, que fue creada por del Peral como
trabajo final para la carrera de Especialización en Diseño Tipográfico en la
Universidad de Buenos Aires (UBA), que comenzó en 2009 y este año inició su
segundo ciclo.
Dos personas destacadas en el ámbito
del diseño tipográfico en la Argentina tuvieron una participación especial en todo
lo que fue Letter 2: José Scaglione (director / chairman*) y Rubén Fontana (jurado), quienes en decidida
colaboración con este artículo nos cuentan sus impresiones sobre lo ocurrido en
el concurso.
El proceso de selección del concurso
Scaglione:
La jura
pasó sin sobresaltos. Dos factores importantes a destacar:
1) A pesar
de que los jurados provienen de distintos lugares y ejercen sus especialidades
de formas diferentes, hubo un altísimo nivel de coincidencia en las fuentes
seleccionadas. Esto se vio con muchísima claridad en la parte ciega de la jura
(los jurados votan sin ver lo que votan sus pares), lo cual significa que hay
un criterio definido en cuanto a la percepción de la calidad tipográfica que va
más allá de escuelas, trasfondos culturales o estilos.
2) La parte
de discusión sobre los trabajos que estaban en el umbral de calidad requerida
según los criterios del jurado se dio con un espectacular nivel de
argumentación y apertura a las distintas opiniones.
Mi percepción
personal fue que el nivel promedio de calidad de los trabajos recibidos era
bueno. En general, había trabajos con buen nivel de dibujo de formas y con una
clara tendencia a la búsqueda de sets de caracteres amplios, con soporte para
más idiomas.
Fontana:
En esta
jura me sentí más o menos como en aquélla que me convocó para el TDC de Nueva
York: un argentino sin segundo idioma y que, por lo tanto, tiene limitaciones
en la comunicación. Este tema, el del idioma, fue generosamente salvado por la
colaboración de José Scaglione, quién estuvo dispuesto en todo momento para
auxiliarme, y también por el acompañamiento de Ernestina Gatti.
Dado este handicap, el del idioma, me había
preparado cuidadosamente revisando las entregas preseleccionándolas por categoría.
En eso estuve cerca de 10 días, por lo que tenía conciencia del nivel de
calidad de los trabajos. Conocer las presentaciones me permitió, al mismo
tiempo, hacer las consultas técnicas con el director del evento de manera de
llegar sin dudas al momento de las decisiones.
La jura se hizo en dos etapas: la
primera a través de un sistema por el cual los jurados votan sin conocer la
opinión de los demás miembros. A partir de esa selección se ingresó en una
segunda etapa de argumentaciones en la que se constataron o rectificaron las
decisiones previas.
Sobre los trabajos premiados argentinos
Scaglione:
Las dos
fuentes argentinas seleccionadas son de altísimo nivel. Alejandro, con su Piel
Script, una fuente pensada para tatuajes extremadamente original y con el nivel
de excelencia técnica que siempre tenemos de su trabajo. Y el proyecto de
estudio de Juan Pablo del Peral, que como otros tantos proyectos de estudiantes
recibidos estuvo peleando codo a codo con trabajos de diseñadores profesionales
establecidos por mucho tiempo.
Fontana:
Personalmente
conocía algunos trabajos provenientes de la Argentina y de Latinoamérica, y
tenía particular interés en ver cuál era el nivel de estas entregas en el
conjunto internacional. Creo no equivocarme si digo que los trabajos locales en
su gran mayoría recibieron votos e incluso algunos de ellos superaron la
votación mínima y tres llegaron a las instancias finales, etapa en la cual dos
fueron seleccionados.
Los dos
trabajos de nuestro país se ajustan al estándar seleccionado (que fue muy
alto). Uno fue presentado por Alejandro Paul y otro por Juan Pablo del Peral.
Lo interesante es que son trabajos diferentes entre sí, lo que de alguna manera
habla de que en nuestro medio existe una propuesta plural.
Después de las dos jornadas de la
jura, en la mañana del lunes Fiona Ross, Gerry Leonidas y Peter Bilak visitaron
la carrera de Diseño de Tipografía de la UBA, y en una reunión abierta hicieron
la crítica de cinco trabajos correspondientes a los ex-alumnos de la primera generación.
Fue una experiencia significativa donde los visitantes resaltaron, entre otras
cosas, la calidad de dibujo de los diseños expuestos.
Agradecemos a Scaglione y a Fontana
por su participación y palabras para Tipografia.ar
- P [U] -
(*) Chairman. Jurado sin derecho a
voto. Su función fue establecer los objetivos, criterios y procedimientos que
los otros jurados utilizaron para esta selección.
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